
Cuenta la leyenda cristiana que el templo se construyó a partir del pilar de mármol donde se le apareció “en carne mortal” la Virgen María al apóstol Santiago el 2 de enero del año 40 d.C. Se habla de venida y no de aparición, ya que la Virgen vivía entonces en Palestina.
En la pequeña capilla donde se alojaba la columna, se construyó una iglesia mozárabe dedicada a Santa María, después una iglesia románica, otra mudéjar y finalmente el templo barroco que conocemos actualmente.
El Pilar ostenta el título de Catedral desde 1676 y de Basílica desde 1948, por ello se llama Catedral Basílica del Nuestra Señora del Pilar y es retratado cada día por ciudadanos y visitantes desde varios puntos de la ciudad: el puente de Piedra, el Balcón de San Lázaro, el puente de Santiago, el puente de hierro, la margen izquierda del Ebro,…
En su interior descubrirás obras de Goya, más de 10 capillas, el maravilloso órgano o el impresionante retablo de alabastro del s. XVI. También dos de las cuatro bombas que cayeron en el Pilar y no explotaron durante la Guerra Civil española. Además, podrás disfrutar desde lo alto de una de sus torres de una vista panorámica 360º, una de las mejores de la ciudad.
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