Calatayud, Conjunto Histórico y Monumental desde 1967 y su Mudéjar, Patrimonio de la Humanidad desde 2001. Atravesar su judería es sumergirte en la historia de la ciudad y conocerla en detalle. En este post vamos a hablarte de este enclave único. ¿Damos un paseo por la judería de Calatayud? En este post además te contamos 4 detalles que debes conocer.

Segunda judería de realengo de Aragón

A finales del S.XIII la judería de Calatayud es la segunda de realengo de Aragón.

La judería de Calatayud se situaba, a modo de promontorio, encaramada en torno al castillo de Don Álvaro o Doña Martina, también conocido como castillo de la Judería. El barrio poseía una vía de acceso principal que arrancaba, posiblemente a través de un arco de medio punto, desde la plaza de San Andrés, y ascendía por la cuesta de Santa Ana.

Además, el hecho de que la judería se encontrase aislada por paños de muralla y la propia orografía, obligó a sus habitantes a practicar diversas puertas y trenques. Se han identificado cuatro, incluyendo la ya mencionada entrada principal. En su vertiente Noreste se sitúa el “Postigo de la Torremocha”, cuya fábrica se remonta al reinado de Jaime I. En el sur existía otro  postigo aunque no se conoce su enclave exacto. En el occidente se situó la puerta de la Plana, la cual atravesaban los cortejos fúnebres camino del cementerio.

Así se vivía en la judería de Calatayud

La red viaria presenta un trazado angosto y sinuoso. De las calles principales (Torremocha, Cuesta de Santa Ana,…) arrancan otras secundarias por las que se accede a calles sin salida que se introducen en las manzanas sirviendo de acceso a las viviendas a través de un “patio de vecindad”.

Las viviendas no eran muy espaciosas, existiendo diferencias muy marcadas entre las familias acomodadas y las más humildes, que tenían que contentarse con habitar en una estancia en régimen de arrendamiento.

Los materiales empleados para la construcción se ven condicionados por el medio físico. Se emplea el yeso, la madera, las cañas, adobes y ladrillo. La piedra se reserva para zócalos y cantoneras de la alta burguesía hebrea, por su alto precio, así como para los basamentos de la sinagoga mayor.

Las sinagogas de la judería de Calatayud

Se ha defendido la existencia de siete sinagogas, siendo las más importantes estas tres: la mayor, la menor y la que se erigiera bajo patrocinio de Juce Abencabra. Todas ellas fueron reconstruidas o reformadas a finales del S.XIV con mano de obra mudéjar.

La Sinagoga Mayor es el epicentro de las reuniones de la aljama y posee también un competente docente. Después de la expulsión fue convertida en iglesia bajo la advocación de Santa Catalina de Sena, en la actualidad es la Ermita de la Consolación. Hace unos años se realizó una impecable restauración de la fachada en piedra sillar, con sus  dos puertas de acceso de arcos apuntados.

Sinagoga Mayor

La Sinagoga Menor (o de Hiladores) se ubicaba en el muro sur de la judería, pero sufrió un gran deterioro en la Guerra de los Dos Pedros, entre 1357 y 1369, quedando prácticamente derruida. Por ello, al igual que en el caso anterior, a mediados del siglo XIV se solicitó, a iniciativa del poderoso gremio de los tejedores y su cofradía, una licencia para su reconstrucción.

Sinagoga Menor

Se edificó un nuevo templo, no mayor de 78,72 m2, en el barranco del rey en hebreo, junto al montículo de la Peña, en un solar con bodega. Está situada en la cuesta de Santa Ana, debajo de la muralla del castillo de Doña Martina. En tiempos fue utilizada como almacén de curtidores de zapatos. En estos momentos se encuentra dentro de las sede del grupo de Scout de Calatayud.

Actividad económica en la judería de Calatayud

En cuanto a la actividad económica en el ámbito de la judería de Calatayud destaca la artesanía textil y de la piel, como principales ocupaciones de los judíos quedando en segundo plano la agricultura y la ganadería. En el sector servicios es muy eminente la práctica de la medicina hasta el punto de que la sanidad de la ciudad se encontraba en buena parte en sus manos. La judería constaba además con sus instalaciones públicas, como centros de atención hospitalaria, hornos, carnicería, etc.

Calatayud, una ciudad repleta de pequeñas placitas y de grandes jardines que, junto a su conjunto histórico, la convierten en una ciudad de visita obligada en Aragón. ¡Prepara tu experiencia AVE para visitar la judería de Calatayud!

Leave a Reply